Cómo ese rayo de sol en pleno diciembre. 
Cómo un café un lunes a las siete de la mañana. 
Cómo la última copa de la noche. 
Cómo el último baile a tú lado. 
Cómo un nosotros que no entiende 
la posibilidad de que exista un tú y yo separados.

Mamá

Cuatro letras que definen la palabra más bonita que pueda escribir. La persona que da todo por nosotros sin pedir nada a cambio. Quien lucha día a día por vernos sonreír. Mi mejor amiga, mi gran apoyo mi compañera en este viaje que algunos llaman vida. Desde siempre he tenido tu mano cada vez que me caía, tu tirita preparada antes de tener la herida. Y es que es imposible reflejar en unas simples líneas todo lo que una madre es. Cuando la miras a los ojos y piensas, de mayor quiero ser como tú, cuando necesitas un abrazo la miras y ahí esta ella, deseando darte el mejor del mundo. Eres luchadora, impresiónate, y sobre todo muy fuerte. Porque gracias a ti se quien soy hoy día. He podido construir mi vida partiendo de unos cimientos que tú me has dado. Hoy puedo salir a la calle con la cabeza bien alta y poder presumir que tengo a la mejor madre del mundo. Te quiero mamá

Princesa

Estas tumbada en la cama, mirando al techo mientras escuchas por enésima vez esa canción que tanto te recuerda a él. Le echas de menos, como cada noche. Y mientras tú no paras de pensarle, el se divierte en cualquier punto del mundo alejado de ti. Que injusto esto del amor, querer a alguien que ni se acuerda de tu nombre mientras tu te sabes toda su vida. ¿Pero crees que por acordarte y lamentarte más las cosas van a ir mejor? Vale ya de tanta estupidez, tienes derecho a ser feliz, a reírte como lo hacías antes de que él entrara en tu vida. Tienes que dejar de preguntarte porque las cosas salieron así y empezar a pensar que es mejor no pensar. Salir fuera llamar a tu mejor amiga ponerte ese vestido que te hace ser una princesa y comerte el mundo. Porque tu mundo pequeña, no se puede venir abajo por una persona que no te valora. Quien quiera quererte tendrá que saber que vales millones

Soy despistada, demasiado perezosa y a veces un poco tímida. Suelo ser enfadica, aunque ten por seguro que mis cabreos no durarán más de una hora. Me río con facilidad, creo que es lo que más suelo hacer. Casi siempre me encontraras con la mirada perdida, en mi mundo, evadiéndome de todo. Me equivoco mil veces, pero al final siempre aprendo. Suelo preocuparme demasiado por algunas personas. Y creo que lo que peor se me da desde siempre es olvidar a aquellos que en mayor o menor medida fueron importantes para mi.